Ansiedad y Depresion

Depresión por Ansiedad, Ansiedad por Depresión. ¿Qué relación existe entre ambos trastornos? Lo analizamos.


Ansiedad y Depresion
Hablar de Depresión y hablar de Ansiedad, es hablar de dos trastornos distintos. Si tomamos como referencia la definición que encontramos en la RAE:

Depresión: “Síndrome caracterizado por una tristeza profunda y por la inhibición de las funciones psíquicas, a veces con trastornos neurovegetativos”. (Intentando aclarar algo más: los signos neurovegetativos de la depresión son los síntomas que afectan el funcionamiento del paciente: por ejemplo, el sueño, el apetito y la concentración).

Ansiedad: Angustia que suele acompañar a muchas enfermedades, en particular a ciertas neurosis, y que no permite sosiego a los enfermos. (Volviendo a intentar aclarar algo más y siguiendo con la RAE; Angustia: Temor opresivo sin causa precisa).

Aunque la RAE, generalmente, no es una buena referencia a la hora de describir qué son los trastornos médicos, sí podemos observar con la definición como ambos trastornos parecen afectar a la mente y a los sentimientos pero hasta ahí llegan sus similitudes. Sí profundizamos algo más en ambos trastornos, comprobaremos que las diferencias se agudizan.

A pesar de tratarse de trastornos distintos, existe una realidad estadística, una realidad que se constata con la frecuencia en que un suceso se repite, una realidad de una coincidencia de los trastornos de ansiedad y de depresión en la misma persona y en el mismo momento que sirve como punto de partida de este artículo: Es frecuente que las personas que padecen trastorno de Ansiedad, desarrollemos cierto proceso depresivo (1)



Cuando tenemos dos sucesos que se relacionan estadísticamente, existen dos opciones para explicarlos:
  • La primera opción es la que establece que esta coincidencia es simplemente estadística y los sucesos no tienen relación.

    En los denominados países desarrollados cada vez es más frecuente el consumo de agua mineral (a pesar de tener la mejor calidad de agua potable “de grifo”) y cada vez es mayor el porcentaje de gente que contrata seguros privados; estamos ante dos sucesos estadísticamente coincidentes pero con una relación casual, esto es, beber agua mineral no hace que contrates seguros privados, ni viceversa.

  • La segunda opción es que sí existe relación:

    Supongamos que contamos las personas que tienen una fractura de brazo y las que padecen gripe, aunque no hemos realizado ningún estudio al respecto, estamos casi convencidos que debe darse algún caso, aunque no creemos que sea muy frecuente, y esto es así, porque ambos trastornos no tienen relación alguna (2).


En el caso de la Ansiedad y la Depresión, la estadística demuestra que sí existen muchos casos en los que las personas con trastorno de Ansiedad desarrollan procesos depresivos (y viceversa), de hecho, la estadística demuestra que lo extraño son aquellas personas que padeciendo Ansiedad no padecen cierto grado de depresión.


Por qué Ansiedad y Depresión



Siendo dos trastornos distintos que comparten su centro origen en la mente y suponiendo demostrada una relación entre ellos, la pregunta sería pues ¿qué produce esta coincidencia?

Ante esta cuestión se han planteado varias teorías:

La primera teoría parte del principio de que las personas utilizamos el lenguaje para comunicarnos y tenemos carencias en el mismo. El lenguaje limita la capacidad de intercambio de información (hecho contrastado) y las personas no solemos disponer del vocabulario ni de la inteligencia emocional para describir qué es aquello que realmente nos ocurre. Bajo esta teoría, las personas ansiosas a la hora de describir aquello que nos afecta, que nos trastorna, que nos ocurre, recurrimos a vocablos y expresiones que pueden confundirse con un trastorno de depresión. Bajo este punto de vista, lo que se está indicando es que la coincidencia no es tal, las personas con trastorno de Ansiedad no tienen Depresión, lo que ocurre es que no sabemos transmitirlo.

Una segunda teoría defiende que es el trastorno de Ansiedad el que conduce a un proceso depresivo. Todos los que tenemos Ansiedad sabemos de lo traumatizante, estigmatizante y limitante que es. Todos los ansiosos hemos visto como nuestra vida se ha visto limitada de manera muy considerable por este trastorno, cómo nos ha robado nuestra vida y nuestros sueños y, ante esta situación, es lógico que se desarrolle un cierto grado de negatividad, de tristeza que falta de fuerzas al que se describiría como un proceso depresivo.

La tercera teoría defiende que el trastorno originario siempre es el trastorno depresivo, la depresión estaba presente en nosotros antes de desarrollar el trastorno ansioso y este ha sido una consecuencia directa del primero. Bajo este prisma todos los ansiosos primero fuimos depresivos, esto es: estábamos deprimidos (aunque no lo sabíamos), este primer trastorno depresivo, de manera oculta fue minado nuestras expectativas vitales hasta el punto de que desarrolláramos un temor al futuro, a las expectativas que nos deparaba y este temor creciera hasta hacerse patente, más incluso que la depresión.

La cuarta y última teoría, parte de las justificaciones a esta coincidencia estadística se basa en que ambos trastornos comparten el mismo origen. Según esta teoría Ansiedad y Depresión tienen el mismo origen, responden a los mismos desencadenantes y depende de la persona afectada y sus circunstancias, se van reforzando unos u otros factores lo que hace que se desarrolle más uno de los trastornos que el otro aunque, en realidad, en todas las personas ansiosas-depresivas están presentes ambos trastornos, la única diferencia está en qué factores se han hecho más presentes.


Podemos observar que estas teorías cubren todo el abanico de posibilidades: que sea una confusión generalizada (no hay relación), que la ansiedad provoca depresión, que la depresión es la que provoca la ansiedad o que ambos trastornos han estado siempre presentes.

Como indicábamos en la introducción de este punto, las cuatro explicaciones con las que nos encontramos son teorías. Una teoría es una suposición, normalmente fundada en experiencias, estudios, etc., pero no confirmada; en el momento en que alguna de las posibles explicaciones fuera contrastada dejaría de ser teoría, refutaría a las demás teorías y pasaría a ser la explicación real del porqué de la coincidencia de un cierto grado de depresión en las personas que padecen de Trastorno de Ansiedad.

El centro de esta bitácora está en las personas que padecemos de trastorno de ansiedad y que buscamos aprender cómo curar, cómo controlar la Ansiedad (y los ataques de ansiedad). Sabemos que, para los que padecemos trastornos de ansiedad, saber que las personas ansiosas con frecuencia desarrollan procesos depresivos, nos aporta cierta calma en el sentido que tranquilizarnos por no ser extraños, por no poder decir que nuestro caso es el peor, pero no nos acerca a nuestro objetivo.


Nosotros lo que buscamos es aprender cómo controlar la Ansiedad y, para nuestra tranquilidad, lo que sí podemos afirmar es que al conseguir superar el Trastorno de Ansiedad, con esta superación, se producirá también la desaparición de esta depresión por ansiedad.




(1) También existe también la frecuencia inversa, esto es, la que relaciona la cantidad de personas que padecen trastornos por depresión y desarrollan procesos ansiosos. Aunque lo expuesto en este artículo también sea aplicable en ese caso, esa vertiente del problema no es el objeto principal de esta bitácora.
 
(2) Nota a puristas: Somos conocedores de que la estadística, además de medir la coincidencia estadística de las variables es capaz de determinar el grado de correlación entre ellas, pero este es un tema que se aleja del objeto de este artículo.