Aprender a Desenfocar

La Ansiedad nos traumatiza y estamos pendientes de ella. Sin quererlo estamos favoreciéndola. Revertir el proceso implicar aprender a desenfocar.


Aprender a Desenfocar para controlar la Ansiedad 01
Si tienes Ansiedad, si has padecido algún ataque de ansiedad, no es necesario que te comentemos todo el sufrimiento que este trastorno ocasiona entre quienes lo padecemos, todas las limitaciones que nos impone en nuestra vida y como va minando tu capacidad para luchar contra ella.

Todo este sufrimiento hace que temamos tener un ataque de ansiedad, que estemos constantemente pendientes, revisando nuestro cuerpo y nuestras sensaciones intentando prever el que la ansiedad se active y vuelva a coger esos niveles que la hacen francamente insoportable. Es una reacción lógica, cuando algo nos produce sufrimiento, instintivamente buscamos la manera de evitarlo y, con la ansiedad no va a ser distinto.

El problema radica en que, en el caso de la ansiedad o del ataque de ansiedad, el peligro, aquello que nos causa sufrimiento no está fuera de nosotros sino que proviene de nosotros mismos. Es algo interior y, por tanto, algo que no podemos esquivar, bordear, ladear, etc. - aunque sí podemos aprender a controlar -.

La mayoría de personas, tengan o no ansiedad, si en un momento dado del día, paran su actividad y comienzan a realizar una revisión de su cuerpo y de su estado de ánimo, descubrirán que tienen un picor, una molestia, una inquietud, una aceleración o un bajón, etc. Es lo normal, en todo momento hay cosas que nos están afectando. Para las personas que no tienen ansiedad es lo normal, simplemente no están todo el día comprobando su cuerpo y su estado de ánimo, continúan su vida sin prestar demasiada atención a estos detalles.

En realidad, no estamos diciendo nada que no sepas. Te recordamos que tú también eras así antes de padecer de trastorno de ansiedad, antes de que sufrieras un ataque de ansiedad. Nota como has cambiado, nota como ahora dedicas mucho, sino todo tu tiempo, a controlar qué sensaciones te está informando tu cuerpo y como fluctúa tu estado de ánimo, nota como estas en constante alerta observando cuando comienza o como evoluciona tu “dolencia”.

Como hemos comentado el problema con la Ansiedad es que es algo que se produce dentro de nosotros y, al intentar controlar la ansiedad, al prestarle atención, lo que estamos haciendo inconscientemente es aumentar la propia Ansiedad.


Desenfocar para Controlar la Ansiedad



La idea creemos que ya está claramente definida: Al intentar controlar la ansiedad le prestamos mucha atención y es precisamente esta atención la que hace que percibamos cosas que, de otra manera, pasarían desapercibidas y, como consecuencia, aumentamos nuestro nivel de Ansiedad.

La solución es “tan simple” como volver a ser “normales”, esto es: no prestar tanta atención a aquello que nos ocurre y, simplemente, continuar con nuestra vida.

Aprender a Desenfocar para controlar la Ansiedad 02
Por desgracia y como en tantas otras cosas, la teoría es muy bonita pero llevarla a la práctica resulta mucho más difícil. Nosotros no somos como esos vendedores que te indican qué debes hacer, tú lo haces y, cuando no funciona, te dicen que es que no lo has hecho bien, que el problema es tuyo, culpabilizándote, cuando – en realidad – el problema está en su sistema que no funciona o por lo menos no lo hace en todos los casos. No, nosotros sabemos que, si estás en esta circunstancia es porque no puedes evitar estarlo y, por eso, vamos a explicarte en qué consiste desenfocar.

Hay personas que consideran que Desenfocar es “mirar a otro lado”, ignorar lo que te ocurre. Este proceso, además de poco útil, va contra natura: cuando a ti te duele algo, puedes hacer como que lo ignoras pero el dolor se encarga de estar constantemente recordándote que está ahí. En un ataque de ansiedad, cuando temes por tu vida, puede hacer como que lo ignoras pero es luchar contra tu propia naturaleza, tu instinto de supervivencia hace que busques instintivamente la manera de salvarte y, cuándo no encuentras cómo - pues desconoces el origen - lógicamente te asustas (con lo que estás aumentando tu ansiedad).

Desenfocar no es ignorar, 
desenfocar es centrar la atención en otro punto.

Cuando sentimos que la ansiedad se activa intentamos controlarla, algo que, como hemos visto, es a la vez natural y contraproducente. Aprender a desenfocar es aprender la manera de, cuando esto ocurra, en lugar de centrar nuestra atención en lo que nos ocurre e intentar controlarlo, obligar – de manera consciente – a nuestro cerebro a prestar atención a otras cosas: fijar nuestra atención en nuestro entorno, en el paisaje, en la gente que nos rodea, forzar una conversación, etc. En definitiva impedir que nuestro cerebro se centre en lo que nos ocurre; no impediremos que llegue la percepción desagradable, pero sí el que el cerebro se centre completamente en ella, estamos "retándole importancia" de manera voluntaria.

Repetimos que resulta más fácil de decir que de hacer pero pensemos en cuando no padecíamos de ansiedad y tuvimos que acudir al trabajo, a la escuela, a una reunión con un catarro que nos tenía totalmente congestionados o un tirón en el muslo que nos dolía al caminar. En este momento acudimos al acto y tuvimos que ignorar nuestra dolencia para centrar nuestra atención en aquello a lo que asistíamos. El sistema de desenfocar es similar.

Como todo proceso, desenfocar es algo que requiere práctica pero con la práctica se consigue el que sea un sistema natural y automático, se aprende y se desarrollan mecanismos de en qué cosas te resulta más fácil y productivo enfocarte. A cada persona, dependiendo de sus inquietudes, sus intereses, etc. le resulta más fácil o más efectivo (en el sentido de que consiguen centrar más sus mentes) en unos temas o cosas que en otras, tú debes practicar y descubrir qué es lo mas beneficioso para ti pero, lo que sí podemos asegurarte, es que al desenfocar, al centrar tu mente en otras cosas, al dejar de prestar atención a la ansiedad, esta se estará reduciendo, estarás aprendiendo cómo controlar la ansiedad y el ataque de ansiedad.