Controlar la Ansiedad es curarla

Controlar los ataques de ansiedad es hacer de desaparezcan, pero no ocurre lo mismo con la ansiedad. Podemos aprender a manejar la ansiedad.


El trastorno de ansiedad es una enfermedad que provoca mucho sufrimiento en quien la padece, algo que parece que sólo se llega a comprender cuando tenemos la desgracia de caer en ella.

Controlar Ansiedad es Curar Ansiedad
Puede que antes de padecer de trastorno de ansiedad (o en el caso de que estés buscando información no de ti sino de algún allegado), conocieras a alguno de tu entorno al que le hubieran diagnosticado de trastorno de ansiedad. Es posible que hubieras tenido la oportunidad de que te contara en primera persona aquello que le estaba pasando y, con mucha probabilidad, no alcanzaras a comprender en toda su extensión a qué se estaba refiriendo:

  • Te cuenta que se levanta dolorido y tú piensas que es normal.
  • Te comenta que tiene sensaciones de mareo y tú piensas cuando tuviste que quedarte en la cama por ese ataque de vértigo.
  • Te dice que siente temblores que recorren todo su cuerpo, que le duele el pecho como si fuera a sufrir un ataque al corazón, que siente como si estuviera fuera de su cuerpo y tú piensas… que es un exagerado y si no estará fingiendo para no cumplir con sus obligaciones.


Si eres tú quien lo padece ya eres consciente de que el trastorno de ansiedad es una alteración de origen mental que, pese a su origen, con frecuencia cursa con problemas físicos reales (muy reales): palpitaciones, sensaciones de ahogo, dolores cervicales, mareos, sensaciones de vomito, temblores, etc., aunque también existen personas que no perciben ningún síntoma físico. Sea como fuere lo que sí es común es el gran sufrimiento que produce en quien lo padece.

De igual manera que cuando nos duele la cabeza, los odios o una muela, lo único que buscamos es que ese sufrimiento acabe, al hablar del trastorno de ansiedad, de controlar la ansiedad y los ataques de pánico, lo que estamos buscando es que desaparezcan y no vuelvan nunca.


Combatir Ansiedad NO ES quitar Ansiedad



El problema con el trastorno de ansiedad es que, como vimos en nuestro artículo que es la ansiedad, es una alteración del sistema ansiedad, y este es un sistema beneficioso y presente en todas las personas. La ansiedad es nuestro sistema de defensa, es el que nos informa de que hay un peligro, es el que nos prepara para tener más posibilidades de salir airosos de situaciones en las que peligramos.

Los científicos ya hace tiempo que conocen la manera de deshacer las conexiones cerebrales del miedo y son, por tanto, capaces de crear animales que no temen a nada. Esta misma técnica podría ser trasladada a los humanos para ayudarles con su problema de controlar la ansiedad, con lo que tendríamos que el miedo desaparecería de nuestras vidas.

Como es fácil de entender, nadie va a hacer semejante cosa, por dos razones principales.

  • Al no percibir el miedo no seríamos conscientes de estar en peligro y, con ello, nos expondríamos a este con frecuencia (pues no lo percibiríamos y nos rodea constantemente). Las consecuencias de este estado son rápidas y letales para nosotros.

  • Al no percibir los demás el miedo, no sólo no tendrían esta percepción en sí sino tampoco con los demás, por lo que no solo pondrían su existencia en peligro sino también la nuestra.


En cierta manera el miedo es una forma visible de entender que es la ansiedad, a aquello que percibimos que nos va a ser perjudicial, lo tememos. Este temor es el que hace que procuremos evitarlo y, por tanto, que estemos “a salvo”.

Cuando una persona tiene un trastorno de ansiedad asociado por ejemplo a conducir, lo que pretende cuando busca la manera de controlar la ansiedad es el que el conducir no le provoque ninguna alteración. Seamos realistas, cuando estamos al volante todos tenemos momentos en los que nuestra ansiedad se activa: un coche que se nos cruza, el coche de delante de frena de manera inesperada, un conductor nervioso que no para de tocar el claxon, etc. Cuando nuestra ansiedad esta asociada al hecho de conducir, con controlar la ansiedad lo que buscamos es que no haya ningún momento en el que se dispare la ansiedad, algo que – como hemos visto – sería tan anormal como la situación actual en la que se nos dispara antes de subir al coche.

Pensemos, además, que el sufrimiento de la ansiedad nos convierte en personas hiper-vigilantes, que están constantemente escuchándose para ver los síntomas y en esta misma actitud de escucharnos constantemente es donde estamos introduciendo ansiedad que impide superar nuestro trastorno.

Cuando hablamos de controlar la ansiedad, de controlar los ataques de ansiedad, no estamos hablando de hacer que la ansiedad desaparezca de nuestra vida sino de hacer que vuelva a comportarse de la misma manera que lo hacía anteriormente.