Reglas ante el Ataque de Ansiedad

El Ataque de Ansiedad es una de las expresiones más desagradables de la ansiedad, algo que queremos controlar y para ello debemos tener presente 10 reglas.


Reglas ante un Ataque de Ansiedad 01
En nuestro artículo Qué es un ataque de ansiedad, estuvimos describiendo como un ataque de ansiedad, (también llamado crisis de ansiedad, ataque de pánico o, los más “ilustrados, ”Panic Attack”) es una expresión extrema y puntual de la ansiedad. Una expresión que puede responder a una causa, un detonante, conocido o no.

Para aquellos que tenemos ansiedad y han tenido la suerte de no sufrirlos, la mejor manera de describirlos es imaginar que los síntomas de la ansiedad, el sufrimiento que comporta en todo un día, se manifiestan juntos en un mismo momento. Para aquellos que ya han tenido la desgracia de tener algún ataque de ansiedad, no creemos que sean necesarias descripciones adicionales pues ya saben qué se siente.


Antes de continuar con la enumeración de las reglas ante un ataque de pánico, hay un aspecto que debemos remarcar: un Ataque de Ansiedad es una expresión de la Ansiedad, puntual y exagerada pero, no lo olvidemos – es muy importante –: es Ansiedad.

La Ansiedad es un sistema preventivo de protección y, por tanto, no es algo que vaya a producirnos daño (mala respuesta sería ante un peligro que nuestro propio cuerpo se dañara), por ello, ante un ataque de ansiedad, por extremas que nos parezcan nuestras sensaciones: nuestra vida no corre peligro.


Pese a no ser peligroso, lo que sí es cierto es que resulta sumamente desagradable. Si bien tienen una duración relativamente corta (normalmente 10 minutos de crecida, 30-40 de mantenimiento y algo indeterminado de bajada), este tiempo es corto para disfrutar que unas vacaciones pero inmenso cuando tenemos la sensación de muerte inminente.

Tanto aquellos que, teniendo ansiedad, nunca han tenido un ataque de ansiedad, como aquellos que ya hemos tenido la desgracia de padecer alguno, debemos memorizar e interiorizar estas


10 reglas ante un Ataque de Ansiedad



  1. El Ataque de Ansiedad, es una expresión de nuestro trastorno de Ansiedad, un sistema de protección de nuestro cuerpo que no va a poner en peligro nuestra vida.

  2. Las sensaciones que tenemos, pese a lo desagradables, son una respuesta exagerada a la tensión a la que estamos sometidos y a la mala interpretación de nuestro entorno.

  3. Nuestro cerebro tendrá tendencia a pensar en cosas amenazantes como: qué nos puede ocurrir o dónde podremos ir a parar, permitir que continúe con este tipo de planteamientos es algo que sólo va hacer que el ataque de ansiedad dure más tiempo.

  4. Debemos hacer un esfuerzo por centrar nuestra atención en nuestro cuerpo y en lo que sentimos físicamente para ser conscientes de hasta qué punto nuestro cerebro y aquello que está malinterpretando está afectando a nuestro cuerpo físico.

  5. Luchar contra el ataque de ansiedad no es una buena opción. Pese a que parezca una contradicción (y sea más fácil de decir que de hacer), la mejor actitud es la de aceptarlo sin luchar.

  6. Debemos intentar centrar nuestra atención en cómo influimos en el ataque de ansiedad, en cómo si logramos despistar nuestra mente, el ataque pierde fuerza y cómo sí nos centramos en él y en nuestro temor, este va aumentando. Observemos cómo esto es una realidad para, mientras lo hacemos ver como disminuye (pues nos centramos en otra cosa) y, a partir de ahí, continuar debilitándolo.

  7. Debemos considerarlo como una oportunidad de aprendizaje, pese a que resulta sumamente desagradable, es la oportunidad de poner en práctica lo aprendido para evitarlo y así conseguir que no vuelva a producirse.

  8. Aunque no hayamos corrido la maratón ni ganado un partido de fútbol, el superar un ataque de ansiedad bien merece un premio. Pensemos que vamos a superarlo y que estamos mejorando. Pensemos lo agradable que va a ser cuando estos ataques no vuelvan nunca.

  9. Si en un ataque de ansiedad, sentimos que la vida se nos va, que estamos en peligro de perderla y es algo que tememos, es el momento de pensar en qué queremos hacer con esa vida. Cuando el ataque empiece a remitir, debemos centrarnos en precisamente eso, qué vamos a hacer cuando desaparezca, cómo vamos a disfrutar la vida.

  10. Las prisas no suelen ser buenas consejeras y tras un ataque de ansiedad, las secuelas pueden extenderse durante un buen rato, por tanto: recordemos que no tenemos prisa, que lo peor ha pasado y ahora sólo vamos a mejorar y dejemos que nuestro cuerpo y nuestra mente se tomen el tiempo necesario para recuperar su actividad normal.

Reglas ante un Ataque de Ansiedad 02
Como comentábamos en la introducción a este punto, es conveniente que memoricemos e interioricemos estas reglas antes de que se produzca un ataque de ansiedad, pues cuando llegue ese momento – esperemos que no sea nunca - no estaremos a tiempo de empezar a leerlas, sino de hacerlas presente y ponerlas en práctica.



El trastorno de ansiedad ya es de por sí bastante incapacitante, estigmatizante y doloroso como para poder ignorarlo y suficiente para justificar nuestra voluntad de aprender como curar la ansiedad como para que además venga salpicado de Ataques de Ansiedad, que son una manifestación extrema de nuestro trastorno, que aún nos urge más en nuestra necesidad de aprender cómo controlar los ataques de ansiedad.